- Después de usar una prenda, cuélgala toda la noche fuera del guardarropa antes de guardarla. La ventilación alisa las arrugas y, al quitar humedad y olores, reduce la necesidad de someterla a una cara limpieza en seco.
- Ataca las manchas enseguida, pues guardar la ropa sucia o con manchas puede provocar que estas se fijen al tejido y resulte más difícil o imposible su eliminación, gastando más agua y detergentes en este proceso que en un lavado normal.
- Evitar las perchas de alambre, pues los extremos se clavan en las mangas de las blusas y estiran la tela, y los bordes mal acabados se enganchan en el tejido delicado. Además, las perchas finas destrozan los hombros y no aguantan prendas pesadas.
- Vestirse en seco. Desodorantes, lociones corporales y perfumes son un regalo para tu cuerpo y un riesgo para tu ropa. Las sustancias químicas de los cosméticos pueden dañar las fibras de la ropa, así que sécate antes de vestirte, y nunca apliques perfumes ni lociones sobre la ropa.
- Sacude la ropa, ya que el polvo y la pelusa no sólo son antiestéticos, sino que son partículas abrasivas que pueden dañar las fibras de la ropa.
Y recuerda: La moda supone una considerable
inversión de dinero, tiempo y energía. Los cuidados prolongan la vida de la ropa y ayudan a que
conserven el buen aspecto. Porque a nadie le agrada la muerte prematura de una
prenda querida, cuida a tu ropa :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario